Wanja Mwaura tiene 32 años y vive en Lower Kabaete, en Kenia. Un día, mientras caminaba al mercado, un vagabundo le gritó su nombre. Obviamente, ella se acercó a ver por qué este hombre la conocía.
Mientras lo miraba, con su aspecto esquelético, obviamente drogado, ropa sucia y ojos saltones no lograba idenficarlo. Pero entonces el hombre se presentó.
Su nombre es Patrick Wanjiru de 34 años y fue el mejor amigo de Wanja cuando ellos tenían siete.
- ¡LA MUJER ESTABA EN SHOCK!
¿Cómo era posible que Hinga –como le llamaban- hubiera terminado así? ¡Era uno de los estudiantes más destacados de la clase! Además, era buenísimo para el futbol.
- PATRICK LE CONTÓ SU HISTORIA
Su vida fue en declive cuando murió su abuela, la única familia que tenía y él tuvo que abandonar la escuela. Sin tener dónde vivir, empezó a drogarse: marihuana al inicio, después heroína.
Su comida la encontraba en la basura y también algunas cosas que pudiera vender para sobrevivir.
- MWAURA NO LO DEJÓ EN LA CALLE
Le dio su número de teléfono y entonces él empezó a llamarle y regresó esa amistad que por muchos años se perdió.
- ELLA ESTABA DECIDIDA A AYUDARLO
Afortunadamente para él, ella es enfermera, así que tenía conocimientos básicos para ayudarlo. Además, pidió apoyo en las redes sociales para costear su rehabilitación.
- PATRICK ESTÁ DECIDIDO A RETOMAR SU VIDA
Ingresó a rehabilitación y está luchando por evitar una recaída.
- A VECES SOLO NECESITAMOS UNA MANO AMIGA.
¿Te has puesto a pensar lo mucho que una amistad puede ayudar a alguien?
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