El tiempo y los años pasan y las serpientes siguen siendo una de las criaturas que le producen mayor temor al hombre. Por su forma, su color y su letal picadura no hay ser humano que no corra en cuanto vea una.
A pesar de que la mayoría cuenta con veneno suficiente para acabar con cualquier vida en tan solo unos minutos, la verdad es que se trata de un animal bellísimo que nos demuestra el verdadero rostro de la naturaleza.
Son peligrosamente bellas. El fotógrafo Guido Mocafino nos muestra el esplendoroso colorido y las sinuosas formas de estos ofidios
1. La mamba de Jameson
En la película Kill Bill, Uma Thurman es una asesina letal apodada “la mamba”. Un nombre muy bien elegido, porque esta es una de de las serpientes más mortíferas del mundo. con cada mordedura inyecta una dosis de 120 mg de veneno; suficiente para matar a un regimiento, ya que solo 15 mg son mortales para el ser humano.
2. Víbora de los arbustos
De origen africano, pertenece a uno de los trece subgéneros (Atheris) que forman la familia de las víboras. Con cada mordisco inyecta una dosis de 7 mg de veneno; insuficiente para matar a un hombre. Pese a ello, durante las guerras púnicas los cartagineses las usaban en los combates navales para arrojarlas a las cubiertas de los barcos enemigos.
3. La serpiente del maíz
Originaria de Estados Unidos, los granjeros de Kansas y Oklahoma solían usarlas como mascotas. ¿El motivo? No son venenosas y acaban con los roedores y las aves que rondan los sembrados. Además, la mutación casi constante de sus colores, que se produce con cada muda de piel, da lugar a ejemplares de asombrosa belleza.
4. Anaconda
La serpiente más grande del mundo: una bestia de 12 m y 500 kg de peso. Haboita en las selvas sudamericanas y, aunque no es venenosa, eso no la hace menos peligrosa. Pertenece a la familia de las constrictoras, lo que significa que se enrolla en torno a sus presas con su cuerpo, formado por anillos musculosos, y las tritura hasta matarlas. Luego, las engulle enteras. Las tribus amazónicas la bautizaron boiuna, “diosa de las aguas”.
5. Cobra escupidora
Nunca le muestres tus ojos, porque son su blanco preferido. Este reptil africano, cuyo tamaño varía de 1,5 a3 m, escupe su esputo venenoso hasta una altura de 3 m, para alcanzar de lleno los ojos de su presa y cegarla. Los egipcios la llamaban ureau, y creían que estas criaturas ayudaron a la diosa Isis a conquistar el país.
6. Cabeza de cobre
“Pariente” de la mítica cascabel que ostenta, tras ella, el “honor” de ser la segunda especie más peligrosa de EEUU, ya que entre ambas muerden al año a 8.000 personas, de las que mueren varias decenas.
7. Pitón reticulada
La segunda serpiente más grande, algunos ejemplares miden 10 m. Habita Asia y África, y es una constrictora, como la anaconda. Un ejemplar adulto puede matar a un humano, y su mala reputaqción la ha convertido en protagonista de terribles leyendas. Los griegos hablaban de la Pitón de Delfos, creada por Gea (diosa de la Tierra) para proteger el oráculo.
8. Mamba verde
Aunque puede ser de diversos colores, su nombre se debe a su capacidad camaleónica de adoptar el tono verdoso de la vegetación. Este reptil africano es peligrosísimo por su veneno letal y por la velocidad con que persigue a sus presas, moviéndose a 20 km/h.
9 . Cobra real
Es la serpiente venenosa más grande del mundo, ya que mide 5 m. Tal vez por eso, en la mitología hindú se la consideraba la encarnación de Sheesh Nag, el dios de las serpientes. Vive en el Sudeste Asiático, y su mordedura puede matar a un elefante.
10. Serpiente de jarretera
A esta sí que puedes acariciarla, ya que no es venenosa. Este reptil acuático es uno de los especímenes más hermosos del mundo. Se alimenta de roedores y de otras serpientes.