Hace 30 años, una catástrofe destruyó de Armero, en Colombia, dejando escombros y heridos en todas partes. Sin embargo, aunque el volcán “el León” estalló y causó una avalancha de lava, escombros y piedras, lo que más llamó la atención fue la agonía de una niña llamada Omayra. Una foto tomada de la chica recorrió al mundo.
El volcán Nevado del Ruíz no había entrado en actividad por más de un siglo, y justo el 13 de noviembre de 1985 decidió liberar su energía y arrasar con todo a su alrededor, incluyendo el lugar donde Omayra vivía con su familia.
Cuando surgieron rumores sobre la tragedia, los medios de comunicación llegaron al lugar para informar sobre el estado de la gente y las casas devastadas por la avalancha de lava y escombros. Pero, quien se las arregló para tomar la foto más impactante de todas fue el periodista francés Frank Fournier, quien tomó una foto de Omayra atrapado en el agua con una mirada que hizo temblar a todo el mundo.
– Frank Fournier a la BBC:
Cuando llegué estaba casi sola, unas cuantas personas la rodeaban. Mientras tanto, los bomberos ayudaron a alguien más a unos metros de distancia. Estaba dentro de un hoyo gigante, fijado de la cintura hacia abajo por el concreto y otros escombros de las casas que fueron devastadas. Yo había durado tres días en esta situación, yo estaba devastado y muy confundido.
Omayra vivió en agonía y angustia durante días. Los periodistas la interrogaron, mientras que algunas personas y bomberos sólo se acercaron para decirle sus palabras de consuelo y que estaban esperando ayuda (que no llegó a tiempo).
Omayra murió de pie, con la cabeza apoyada sobre una tabla de madera y sus ojos oscurecidos por la fatiga. Su piel se debilitó y sus huesos no podían soportar la fuerza que la niña tomó de su alma para sobrevivir.
Poco despues fue enterrado en el mismo lugar donde murió, porque para sacarla de allí sería necesario amputar las piernas de la niña, y su madre no estaba de acuerdo con eso. Su tumba es actualmente un lugar de peregrinación de muchas personas que cada año visitan allí para pedir favores a aquellos que consideran un ángel y símbolo de tragedia.
Por otra parte, Fournier fue exaltado y recibió el Premio Mundial de la foto de la prensa por la calidad y expresividad de la foto que tomó, aunque también se convirtió en un foco de crítica por no ayudar a Omayra mientras estaba vivo.
Al tomar la foto me sentí totalmente indefenso, sin poder de ninguna manera para ayudarla. Se enfrentó a la muerte con coraje y dignidad, sintió que la vida iba a desaparecer.
Las autoridades colombianas no hablaron de ello y la tragedia fue perdiendo notoriedad con el tiempo, incluyendo la agonía de Omayra pequeña.